Deadly Life 3: The Despair of the Fallen
- totallynotadanganr
- 4 mar 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 11 abr 2023
¡Sus huertitos habían sido asesinados! Plantas pisoteadas, cortadas y arrancadas, oh no, qué terrible crimen-- ¿ah? ¿Que eso no era lo más importante? Bueno, entonces es de suponer que su atención sería atraída entonces hacia el olor ferroso y dulzón de más al fondo, donde una luz parpadeaba de forma ominosa. Restos de madera, telas desgarradas, y dos bultos negros inmóviles en el suelo. Parecía que había habido una buena pelea. ¿Pero quién había ganado? Pues al acercarse más, el horror (o el alivio) darían respuesta a esta pregunta: “¡PIM POM PAM POOOOOOOOOOOOM! ¡CON LA LLEGADA DE LOS PARTICIPANTES, LOS CUERPOS DE K Y AKIRA YOSHIDA HAN SIDO ENCONTRADOS! ¡¡UPUPUHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!!”.
↳ Victima(s): Akira Yoshida, K
↳ Asesino: Yuichiro Han
MONOKUMA FILE


PRUEBAS
RESOLUCIÓN
ACT 1
Todo comenzó tiempo antes del Incentivo de la semana. El joven conocido como “K” estaba intentando cambiar, intentando hacer amigos, pero algunas personas no estaban por la labor de favorecer esto. Concretamente, Akira Yoshida tenía entre ceja y ceja al Perdedor, llegando incluso a mandar audios donde le echaba en cara que él no era capaz de cambiar y siempre sería la misma mierda de persona.
Entonces, un día K recibió algo que no esperaba y que despertó recuerdos desagradables en él. Recuerdos de una época mejor, de un momento de su vida donde estuvo en la cúspide de su vida. O más bien… donde su otro yo había estado en la cúspide de su carrera. Esto, sumado a las conversaciones con Koumokuten instigándolo a dejarse llevar, y el público Desesperado clamando su nombre, hizo que algo se rompiera dentro de él.
La envidia de K le llevó a desear regresar a esa época, a sentirse como una Mente Maestra de verdad. Y para eso necesitaba empezar por algo como… conseguir que otra persona matara en su lugar. Pero no valía cualquier persona. Tenía que ser alguien que creara un impacto. Un asesinato que mandara un mensaje. Si no podían confiar en él, no podían confiar en nadie.
¿Y qué mejor manera que aprovechando lo que el propio Akira le había otorgado? Si al Mediador lo mataba una de sus amistades más cercanas… Sí, ya tenía un plan.
ACT 2
K hizo sus preparativos, entre ellos averiguar y robarse qué clase de recuerdo escondía el Mediador, y cuando llegó el día en que estuvo listo, comenzó por ir a visitar el sector de los Laboratorios. Esperaba encontrar allí a nuestra asesina, trabajando en algo que la mantuviera distraída. Usando parte de los audios que tenía grabados de Akira, K atrajo a esta persona al pasillo, donde la atacó por la espalda y dejó inconsciente. Después de esto, limpió como pudo la sangre, pero no pudo impedir dejar huellas casi invisibles.
Se apresuró en cargar el cuerpo hasta la cabina de teléfono de viaje rápido más cercana. Allí se dio cuenta de que no sabía cómo usarlas, así que mientras con un brazo y una pierna aguantaba el cuerpo de nuestra asesina dentro de la cabina, con la otra mano se metió como pudo en Whatskuma y preguntó a la primera persona que pilló. Y la mala suerte, o la inutilidad, hicieron que esto se lo preguntara directamente al propio Akira.
A pesar de la cagada, K prosiguió con su plan, ya era demasiado tarde para interrumpirlo. Así que puso rumbo al sector agrario y ató a nuestra asesina a una silla dentro del invernadero. Con los ojos tapados, ella no sabría exactamente quién la había secuestrado, siendo la única pista que la última voz que oyó fue la del Mediador. Y K usaría más extractos de los audios para reforzar esta idea mientras la torturaba.
ACT 3
Algo que no salió como K hubiera deseado, es que Akira terminó notando la ausencia de nuestra asesina mucho antes que el resto, con quizás excepción de su novia. Mientras ella se preocupó y dedicó a buscar por el sector central y comercial, el Mediador fue a buscar al sector de Laboratorios. Allí le pareció que había algo raro, y en un arrebato de inspiración usó un spray de luminol que había conseguido previamente, gracias a cierta Científica Forense Definitiva.
Esto le permitió ver las manchas de sangre, las huellas que señalaban en dirección a la cabina telefónica, y entonces ató cabos. Corriendo fue al sector agrícola, y tendría la suerte (o mala suerte) de encontrar a K con las manos en la masa, torturando física y psicológicamente a nuestra asesina.
Aunque K se encontró en una situación repentina, y a sabiendas de que ya no iba a ganar lo que quería, aún le quedaba un as guardado en la manga. Usando su Motivo Monokuma como baza, provocó a Akira para lograr que éste sacara a la luz su lado más oscuro, y comenzó entre ellos un encarnizado enfrentamiento.
ACT 4
Pese a que Akira tenía una clara ventaja física sobre K, este no se dejó golpear simplemente, como solía hacer. Por primera vez mostró que si siempre salía perdiendo, no era porque no pudiera defenderse. Entre el Mediador y el Perdedor hubo un intenso intercambio de golpes y heridas, aunque las de Akira eran bastante más superficiales. K en cambio tuvo que soportar el asalto más visceral que había recibido en mucho tiempo.
Así fue como finalmente, el vapuleado pecado de la Envidia quedó inmóvil en el suelo, ensangrentado, y un cansado Akira se apresuró a liberar a nuestra asesina.
Lo que Akira no esperaba, era que K aprovecharía ese momento de descuido para levantarse contra todo pronóstico, incluso en un estado tan lamentable que parte de su cabeza había sido aplastada, pero seguía vivo. Y con su arma atornilló por la espalda al Mediador, de forma traicionera.
ACT 5
Nuestra asesina fue testigo de todo esto, y gracias a Akira había sido liberada de sus ataduras. El último aliento de su amigo escupió sangre sobre su rostro, justo antes de caer tieso en el suelo con los ojos en blanco. Eso fue lo que tomó para que nuestra asesina terminara de perder la razón y se lanzara a rematar a K con unas tijeras de podar que encontró cerca. No entendía, ¿por qué había sucedido todo aquello? ¿Por qué ellos? ¿Y por qué ese cabrón no se moría de una vez?
Entre risas macabras, K finalmente cesó sus funciones vitales, pero aun así su cuerpo siguió siendo apuñalado una y otra vez, hasta que nuestra asesina descargó toda su furia y todo lo que quedó fue un vacío sentimiento de pérdida y conmoción.
¡¿NO ES ASÍ, YUICHIRO HAN?! ¡TÚ MATASTE AL ASESINO DE AKIRA, CONVIRTIÉNDOTE ASÍ EN LA NUEVA CULPABLE! ¡PUHUHUHUHUHUHUHU!
EJECUCIÓN
Video made by: @pixeloux
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