Deadly Life 4: Switching between Octaves and Despair
- totallynotadanganr
- 11 abr 2023
- 7 Min. de lectura
¡Los participantes caminan por el pasillo, hartos de haber subido tantos pisos!
Naomi y Alguien se adelantan porque viva la vida, viva el yolo, pero... ¡PARA DESGRACIA DE ELLAS, UN CADÁVER SE HA INTERPUESTO EN SUS CAMINOS!
¡PIM PAM POM!
"EL CADÁVER DE HARUNA AIKO, EX HISTORIADORA DEFINITIVA, HA SIDO ENCONTRADO EN EL SUELO SOBRE UN CHARCO DE SANGRE!
¡ES MOMENTO DE INVESTIGAR, BASTARDOS!"
↳ Victima(s): Haruna Aiko, Hikaru Mizoguchi
↳ Asesino: Haruka Yanagi
MONOKUMA FILE


PRUEBAS
RESOLUCIÓN
ACT 1
La cronología de este desesperante incidente comienza en la mañana del viernes, cuando nuestra segunda víctima recibe una imagen comprometedora por mensaje de Whatskuma acompañada de una invitación: “¿Te apetece quedar esta tarde, y te doy una oportunidad para explicarte?”. Su emisora, Naoko Akatsuki, parece haber descubierto un secreto delicado sobre él; inquieto por las implicaciones de estos mensajes, no tiene más remedio que aceptar su solicitud. Que esta información haya terminado en poder de la cantante no sólo compromete la imagen pública de nuestro asesino, sino que también puede afectar a gente cercana a él.
ACT 2
Naoko se presenta en el laboratorio de la segunda víctima a la hora acordada, equipada con una mochila. ¿Qué pensarían de ella si la viesen rondando por ahí con una bolsita de cocaína, un par de vasitos, un brik de zumito de fresa y un cuchillo de cocina? Él la dejó pasar sin pensárselo dos veces, la necesidad de conseguir una respuesta premiaba más que la amenaza que pudiera suponer la presencia de la propia cantante.
Naoko, por contra, no estaba dispuesta a saltar al punto clave de la visita tan rápido. Tranquila, con calma, dirigió la conversación por otros derroteros en lo que servía un par de vasitos de zumo. Su objetivo era mantener al chico lo suficientemente distraído como para poder llevar a cabo su siguiente movimiento: vertió aquella sustancia de dudosa moralidad en el vaso que a continuación puso ante él. La víctima se tomó la bebida, ajeno a las acciones de su visitante, y siguió el hilo de la conversación por un rato; pero llegado a cierto punto, su paciencia empezó a flaquear, en parte debido a los efectos de la sustancia en cuestión. Su creciente insistencia y las variaciones en su actitud sirvieron para que Naoko confirmase que iba por buen camino.
Entre evasivas y respuestas inconclusas, la cantante dejó caer que alguien con mucha información sobre las vidas de todos los participantes en el killing game (un pajarito) era quien se lo había contado en primer lugar, sin dar detalle específico alguno sobre su identidad. Durante el bombardeo a preguntas por parte de la segunda víctima, ella colocó una última pieza sobre el tablero: el cuchillo de cocina. Mientras el varón tenía su atención enfocada en ella, Naoko sacó el arma blanca de su mochila y la deslizó hacia su lado de la mesa. Tras esto, se hizo el papel de su vida con un «no me siento cómoda con el ambiente que tenemos en el estudio, volveré cuando te hayas calmado un poco», abandonó el laboratorio y esperó en las inmediaciones a que algo sucediese.
ACT 3
Aquí saltamos al punto de vista de la primera víctima, quien aquel día no tenía ningún plan en particular más allá de verse con Sae Hisakawa y Haruka Yanagi en su laboratorio para hacer quién-sabe-qué tipo de actos censurables. Tras tomar una botella de alcohol de su nevera, iba tranquilamente hacia el punto de encuentro acordado cuando tuvo la mala suerte de encontrarse con quien se convertiría en su asesino.
Nuestro difunto asesino había salido de su laboratorio con el arma del crimen, desquiciado por la droga y la reciente conversación con la cantante de desconfianza. Fue al divisar a su víctima que unió los puntos, razonando para sí que bien podría tratarse de la persona descrita por Naoko. A fin de cuentas, ¿quién podría ser más chismosa que la antigua redactora jefe del Monoticiero?
La víctima fue sorprendida por su asesino, entrando así en un violento forcejeo. En medio de la refriega, nuestro asesino le arrebató la botella de las manos y se la reventó en la cabeza, derribándola; y antes de que la historiadora se recompusiera de la contusión, se aseguró de silenciarla clavándole el cuchillo en el pecho y enterrando el cuello de botella que había quedado en su mano sobre su clavícula.
ACT 4
Naoko había seguido a este primer asesino a una distancia de seguridad desde un principio, observando atenta cada uno de sus movimientos. Ahora que se había cometido un crimen y el asesino se retiraba, no tenía ningún motivo para seguir ahí, ergo decidió marcharse de la zona antes de que llegase el grueso de participantes. Nuestro guitarrista criminal, por su parte, al ser consciente de la atrocidad que acababa de hacer y asaltado por la paranoia de la culpabilidad, salió corriendo sin ningún destino en mente: sólo quería irse lejos de ahí, desaparecer por unas horas.
La segunda asesina y Sae escucharon el anuncio de descubrimiento del cadáver desde el laboratorio de la primera víctima y se dirigieron hacia el lugar del incidente, encontrándose así con el cadáver de la historiadora. Para alguien tan familiarizada con la muerte como lo es nuestra segunda asesina, las pruebas disponibles en la zona fueron más que suficientes para reducir a uno su lista de posibles culpables, así que se puso en marcha mientras el resto seguía investigando. Iba a tomarse aquel caso por su propia mano.
Cuando Sae se dio cuenta de que la segunda asesina había abandonado el lugar, salió en su busca tras haberse recuperado del shock inicial. Tras ver el cadáver de la primera víctima, sintió miedo de perder también a su otra pareja o de acabar convirtiéndose ella misma en otra víctima más; no obstante, aunque buscó hasta en el último rincón de Elysium, no logró dar con su paradero.
ACT 5
A sabiendas de que Sae trataría de seguirle la pista, nuestra asesina tomó un autobús con destino al distrito de la plaza central; siendo aquella zona la más transitada y conocida por todos, tendría que ser la primera en que buscase a su víctima antes de que el resto de participantes volvieran a su actividad normal. Se había tomado su tiempo durante el último par de semanas en hacerse un mapa mental de las cámaras de vigilancia, y se había percatado de que varias parecían estar fuera de servicio desde el apagón; este conocimiento en manos de la Asesina Definitiva, capaz de medir los ángulos muertos y trazar sus rutas enlazando un punto ciego con el siguiente, era la última pieza a encajar en el rompecabezas de este tablero. Haciendo ver a las cámaras operativas que entraba en la zona de tiendas, aprovechó el primer instante en que ninguna cámara tenía su lente sobre ella para desaparecer de su alcance y moverse hacia el Hospital.
Al no encontrar a su objetivo en este lugar, la asesina se reintegró al rango visual de las cámaras de vigilancia en un punto cercano a aquel en que había desaparecido previamente y se dispuso a moverse hacia la siguiente zona: dado que el resto de participantes comenzaban a llegar en autobuses varios y que ya no podría moverse a su antojo por los lugares más transitados, tomaría ahora una cabina de teletransporte hacia el distrito agro-ecológico 2, uno de los más tranquilos y, por ese mismo motivo, en el que más probabilidades veía de encontrarse con su víctima. Siguiendo un método similar al anterior, se desvaneció del alcance de las cámaras al acceder a la zona de cultivos de la granja, y terminó por encontrarse a su objetivo en el interior del almacén abandonado. El hecho de ver a esa persona, en un lugar tan recluido y en un estado tan desquiciado, no hizo más que confirmar su teoría inicial.
Antes de actuar, la Asesina Definitiva debía hacerse cargo de un último detalle. Sacrificando su trenza en el proceso, tomó la goma de cabello que llevaba puesta, se asomó al interior desde un punto ciego tanto de la víctima como de la cámara de vigilancia del almacén y apuntó con su arma improvisada hacia la base de esta última. Dicha cámara no sobrevivió a la repentina agresión, y se rompió al caer al suelo; el ruido alertó a su víctima, dirigiendo su atención hacia un lugar alejado de su inminente asesina. Ella aprovechó la ocasión para acceder al interior y sentenció su vida antes de que pudiese reaccionar, seccionando la vena y la arteria femorales con un limpio y preciso corte. Justo antes de terminar el trabajo para ahorrarle sufrimientos, sin embargo, escuchó un ruido en el exterior y se vio obligada a esconderse.
ACT 6
Sae, quien había estado intentando dar con el paradero de la asesina, fue a revisar el distrito agro-ecológico 2 al no haber encontrado rastro de ella en la zona residencial; sabía que era uno de los sitios predilectos de su pareja dada su usual tranquilidad. Al pasar por delante del almacén abandonado escuchó un quejido proveniente del interior y decidió entrar a echar un vistazo por pura curiosidad. Allí encontró al moribundo guitarrista, ya desmayado a causa de la pérdida de sangre, y por puro impulso se aproximó a comprobar su estado. Con unos segundos le bastaría para determinar que no había nada que pudiese hacer por salvarle; de hecho, la víctima exhaló su último aliento en presencia de la komainu. No le quedaría más remedio que abandonar el almacén e ir en busca del resto de participantes para hacerles llegar la noticia.
En ese momento, la asesina abandonó su escondite y se dispuso a preparar el último paso de su recientemente improvisado plan; la visita de Sae era la confirmación que necesitaba para que el mismo pudiese ser llevado a cabo. Con cuidado de no pisar el charco de sangre bajo la ya difunta víctima, la Asesina Definitiva tomó la misma daga con que había terminado su período de prueba de la vida y se la clavó en la franja derecha del busto, en el preciso lugar donde la primera víctima había sido agredida un par de horas antes; el arma en cuestión era una daga ceremonial que la propia Hisakawa había dejado a su cargo. Además, y para asegurarse de que aquellos tras las cámaras mordieran el anzuelo, dejó también uno de los doujins predilectos de la komainu sobre el charco de sangre antes de abandonar también la escena, cuidadosa aún de no ser vista. Si su idea tenía éxito, el resto de participantes podrían llegar a la conclusión correcta durante el juicio y votarla como asesina, mientras que espectadores y supervisores del killing game verían clara la culpabilidad de Hisakawa Sae al no divisarla a ella cerca siquiera del almacén en cuestión; en consecuencia, la Komainu Definitiva ganaría el killing game y sería libre sin haber tenido que cometer un crimen.
EJECUCIÓN
Video made by: @pixeloux
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